Luego de las peripecias del cruce a Panamá (contadas anteriormente)
arribamos a Bocas del Toro con las expectativas de conocer otro lugar hermoso y
volver a llenar un poco mas nuestros bolsillos que muy secos ya estaban….x que
Bocas? Nuestros entonces compañeros de cruce/ruta nos hablaron de este lugar
como la tierra prometida, en donde rápidamente íbamos a poder juntar esos
mangos que se nos fueron con el bendito cruce para poder seguir nuestro rumbo
pero como dice el refrán “no todo lo que brilla es oro” (aplica a lugares,
situaciones y personas)…..
Luego de varios días de parche y de cero ventas atribuidos a
cero gente nos dimos cuenta de que para cumplir nuestro objetivo íbamos a tener
que esperar a la “temporada”. Con lo poco que nos quedaba y dado que nuestra
intención era quedarnos un tiempito en
el lugar alquilamos nuestra primera casita en la isla, por suerte solamente por
15 días, por motivos que vale olvidar. Teníamos ganas de bajar un poco de la
combi y cambiar de ambiente. Unos días
mas tarde nos encontramos nuevamente con Fran y Miría y entre charla y charla
cerramos la posibilidad de alquilar entre las dos parejas una casita ya que
ambos nos queríamos quedar unos meses en esta paradisíaca isla. O sea que
nuevamente a subir todo a la combi y de vuelta a bajar todo de la combi jajaja varias mudanzas en menos de un mes…..y
como el que busca encuentra, Miria se topó con Juan y Maifi (asentados ya en la
isla hace más de 10 años) quienes luego de conocer y darle el ok a kalita nos
alquilaron su casa.
Encaramos la convivencia y la búsqueda de trabajo ya que con
lo que veníamos haciendo solo estábamos safando lo del día y ahora se le sumaba
el tener que pagar un alquiler!!!.
En un hermoso día de playa y de “torneo” de surf Juan y
Maifi nos comentaron que en el Pukalani Hostel (hermoso hostel que ellos
manejan) había varias habitaciones que pintar y algunos arreglitos para hacer
antes de que llegue la “temporada”. Fue entonces que salió la primera changuita
en la isla!. Una experiencia súper positiva e interesante ya que con los cursos
intensivos de Francisco Bresanello para inútiles aprendí muchísimo. Gracias
Fran por la paciencia y la buena onda!!!.
Y como cuando sale una cosa sale la otra a Gi le salio la
repartida de flyers (en criollo el famoso volante) para un resto en el centro
de la isla. De cero a 100 en unos pocos días. Y así se fueron dando y
encaminando las cosas, Gi terminó como camarera en el Bocas Bambu y yo terminada la changa de la
pintura anduve un tiempito buscando algo
hasta que de la cocina a la parrilla terminé preparando parrilladas de todo
tipo en el Bocas Barna Q, un resto que
recién arrancaba en la isla.
Cada uno en sus respectivos lugares tuvimos la posibilidad
de conocer a gente maravillosa con la que pudimos compartir muy buenos momentos
(como recibir con todo y trabajando el año nuevo) y mucha gente a la que
realmente valdría la pena volver a ver y otra que con el tiempo nos demostró
que no….la vida no es toda rosa pero les estamos muy agradecidos a todos porque
aunque sea de lo malo se puede sacar algo bueno.
Isla Colon es un lugar precioso con playas al mejor estilo
postal del caribe, arena blanca, aguas transparentes quietas como en una
pileta, sol fuerte con un cielo despejado sin una sola nube, cocos y palmeras…..hasta
que llegó para quedarse la temporada de lluvia en la que calló agua con
distintas intensidades pero todos todos los días durante tres meses…..a
nosotros es un lugar que nos gustó mucho y que recomendamos sin dudas visitar
pero si lo hacen presten atención al calendario y por sobre todo a la temporada
de aguaaaa!!!...a menos que les gusto mucho la lluvia jajaja.
Y como cambió el clima también cambió el mar y arrancó la
temporada de surfing!.
Luego de unos meses de no vernos nos volvimos a encontrar
con nuestros amigos viajeros Marito y Naty (Facebook: de gira por America) y
conocimos a Pato y a Tebi (Facebook: andando vengo), a Sergio y Anita (Facebook:
abrazamundos), a Fonzo y a Paula, a Charlie y Anita (escuchen si tienen algo de
tiempo la banda de Charlie : Chupacabras), al genio de Oscar….un fenómeno que esta de
viaje hace mas de 15 años....y a un combinauta mexicano, Leo!. En consecuencia
la casita estuvo por unos 15 días repleta de viajeros con los que compartimos
muchas charlas, anécdotas, pensamientos, comilonas, mateadas y
guitarreadas….Luego y como sucede en esta vida de viaje, cada uno empezó a
seguir su rumbo el cual nos volvería a juntar casi con todos ellos unos meses
mas tarde en una hermosa playita de Costa Rica.
Cuando frenamos un poquito el camino siempre nos presenta a
alguien especial y en esta ocasión la isla nos presentó a Jero, un pibe de la
pampa que hace varios años que está viajando y que compartió mucho con nosotros
durante nuestra estadía en la isla.
El partió un rato antes que nosotros con varios proyectos
asi que sino lo cruzamos prontito, el camino nos reencontrara por alla abajo o
en Uruguay o en la Argentina.
A medida que el tiempo pasaba y la lluvia no paraba la
novedad se trasformó en rutina y la rutina nos empezó a aburrir. Intentamos
arrancar a Dorcha y nada de nada, no era algo nuevo pero con el tiempo que
estuvo parada el problema se agravo. No había manera de que la combi arranque a
menos que la empujáramos, obviamente no podíamos volver a la ruta de esta
manera….motivo por el cual Toto, apareció en nuestras vidas jajaja. Es un
venezolano que hace varios años auxilia a toda persona en la isla con algún
problema eléctrico, ya sea desde una compu hasta un auto!. Primero se probó con
el cableado, cambiamos la batería, se
mandó a reparar el burro de arranque, reprobó el alternador y naranja pomelo,
dorchita no quería arrancar, todo seguía igual. Conclusión : necesitábamos un
burro nuevo…..por motivos varios que no vienen al caso y que aburrirían a todos
los lectores, no quedó otra que comprar el burro en Argentina....Fito se fue
hasta lo de Juan Carlos (quien arreglo toda la combi en Bs As) y lo consiguió,
un problema menos.
Ahora restaba ver como el bendito burro iba a llegar hasta
Bocas. Después de varios días de averiguaciones y de presupuestos que
duplicaban el valor del repuesto nos cayó del cielo una posibilidad. Mayra la
hija de Paola, una chica que estaba viviendo en bocas vendría a visitarla por
unos meses y charlando con ella nos comento que no habría problema en que lo
traiga de argentina. Con miedos a las aduanas y scanners llego sin
inconvenientes el burrito.
Tardo mas Toto que vivía en la esquina en venir a ponerlo que el repuesto en llegar de Argentina a Panamá.
Ese hombre no le puede decir a nadie que no y tiene muchoooo trabajo.
Llegado Toto en media horita arranco Dorcha, sisisi después
de meses y de volteretas arranco!!!!, la emoción fue muy grande, ya podíamos
seguir nuestro camino.
Mientras se resolvía el tema del repuesto, el interior de
dorchita sufrió una linda transformación que empezó gracias a una entrada de
agua que inundo el piso y nos obligo a sacar todo y volverlo a poner.
En uno de esos días de arreglos apareció muy tímidamente una
vocecita preguntando por dorchita y de donde veníamos, quien preguntaba era
Janice una hermosa y simpática mujer que nos comento que ella había ido a
Woodstock en una combi y que de hecho la misma participo en varios Films de
Hollywood. Charla va charla viene acordamos un desayuno que luego devino en
varias reuniones culinarias mas en las cuales conocimos un poquito de la
historia de esta increíble mujer a la que nos hubiese encantado haber conocido
antes en la isla.
Retomando el noticion de que dorcha arranco, nos motivamos
para decidir que en tres días volveríamos a la ruta. Se nos vencían los
permisos personales y de la combi y la renovación implicaba mucho dinero,
aparte de todo ya hacia rato que queríamos volver a la ruta. Por suerte y
previendo un poco el tema habíamos anticipado en nuestros trabajos la fecha de partida,
con lo cual solo restaba confirmarlo….
Tomada la decisión con la precisión de la combi en marcha,
comenzamos a subir todo a la camio, a despedirnos de todas aquellas personas
que dejaron huella en nosotros ya que sin darnos cuenta habíamos pasado 5 meses
de vivir en la islita.
Y como el tiempo vuela por fin llegó el día, nos despedimos
de nuestros concubinos, de la casita y fuimos con Janice hasta el ferry que nos
llevaría de nuevo a tierras continentales. Compra de víveres para el camino y
chau chau adiós…..arrancó el ferry al mismo tiempo que finalizó nuestra
experiencia Bocatareña. Gracias por todo!!!!!
.
Bajamos y después de varios meses encaramos nuevamente las
rutas, la vida de combi y….los pasos fronterizos. Como extrañábamos a
Dorchita!!!!. Al haber pasado tanto tiempo sin manejarla, nos tuvimos que
volver a acostumbrar a sus ruidos y a lidiar con un problema que veníamos
arrastrando hace rato, la dirección no andaba bien. Noche en Changuinola y al
día siguiente a encarar una frontera que parecía complicada pero para nuestra
sorpresa en una hora y monedas ya estábamos en Costa Rica (previo desayuno
panameño de torta frita, huevo revuelto, tajada y café con leche, riquísima y
explosiva combinación). Ya en tierras ticas sentimos un alivio enorme que nos
dio cuenta del peso que por algún o varios motivos llevábamos en nuestro
hombros. Lo único que nos apenaba era tener por primera vez en casi dos de
viaje, una fecha, debíamos llegar a México antes del 6 de marzo, es decir en un
mes!!!.
Nuestra primer parada en Costa Rica fue Puerto Viejo,
hermoso e increíble lugar donde pudimos estacionar la combi frente a la playa
sin problemas y pasar con mucha tranquilidad nuestros primeros días fuera de
Panamá. No se si es porque estábamos subjetivados pero sentimos una vibra y una
energía muy diferente a la que veníamos sintiendo en la isla. Conocimos a una pareja
de argentinos (de Córdoba y de Palermo) que hace ya dos años que están
instalados en el lugar y nos comentaron de lo relajada y tranquila que era la
vida en este sitio. Pegamos buena onda y luego de varias horas charlas nos
invitaron a comer unos exquisitos choris a la parri y a tomar unas birras
(entre otras exquisiteces) a su pequeño paraíso terrenal. (Una pena que no nos sacamos foto con los chicos)
Nos despedimos no sin
ganas de seguir quedándonos pero como las fechas nos corrían teníamos que
arrancar casi de inmediato. Metimos primera, hicimos un par de días de ruta y
nos reencotramos con Marito y Naty, pasamos la noche en la estación de bomberos
de Cañas y al otro día le metimos caravana hacia playa Conchal, en donde ya
estaban Pato, Tebi, Sergio y Anita.
Con las cuatro combis estacionadas frente al mar y kalita
dando vueltas por ahí libremente (malcriada por todos pero mas todavía por su
tío Marito) pasamos unos 5 días excelentes y relajados, paraíso de por medio.
Pero como dice el tema, todo tiene un final, todo termina así que encaramos la
frontera Nicaragüense con los abraza mundos.
Hicimos tan solo 100 metros y una rama tiró el
portaequipaje…claramente no fue por culpa de la rama sino porque el conductor
tiró un fino y no pasó…..
Solucionado el problemita y tan solo 120 kilómetros después
nos despedimos de Costa Rica (ya con muchas ganas de volver a recorrerla) y nos
adentramos en un raíd de fronteras centroamericanas…..5 días, 5
fronteras….Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belize. Nos dejó una
sensación amarga el cruzar varios países sin siquiera conocerlos pero como el
futbol siempre te da revancha, a la bajada tendremos tiempo de recorrerlos. Por
como teníamos pensado el viaje nos dimos unos días para andar Belize porque a
la vuelta iba a ser muy improbable que pasemos nuevamente por ahí y sumado a
eso era el camino mas corto para llegar a destino.
Llegamos a la frontera Beliceña y nos encontramos ya con la
desagradable imagen de un cartel de bienvenida al príncipe Harry con bandera
incluida y con la primera gran barrera idiomática. En Belize se habla inglés,
ya que hasta el año 1981 se llamaba Honduras británicas y era una de las tantas
colonias del imperio. Desde esa fecha declararon su “independencia”(una fantochada
para que no se acuse al imperio de colonialista) y ahora Belize es un país
independiente donde el idioma oficial es el inglés, las costumbres son las
mismas desde el tiempo de la colonia, donde la cara de la reina sigue en los
billetes, donde la gente de color adora a la madre patria (aunque fueron los
mismo piratillas los que trajeron a los primeros esclavos africanos a las
antillas) y donde el primer ministros viaja cada tres meses a Londres en donde
le indican que es lo que tiene que hacer. Como verán un país sumamente
independiente compuesto en su mayoría (son tan solo 310.000. habitantes) por
inmigrantes latinos de toda Centroamérica, México y las Antillas. Solo hay una
pequeña minoría de ingleses y gringos ricos que viven gracias al esfuerzo de
todos los demás.
La frontera fue mas dura de lo que pensábamos, preguntas
indiscretas, frases irónicas, gestos de desprecio y demás cuestiones, entre
ellas y atención a los que viajan con perro, una multa de 50 dólares para poder
entrar con kala ya que es el único país de Latinoamérica que exige un
certificado distinto a los demás. Luego
de trámites varios, discusiones, caras de culo, pitos y flautas, nos levantaron
la barrera para ir a jugar jajaja. El dinero casi todo lo soluciona lamentablemente
para nuestros queridos policías de frontera.
Primera nuevamente y a rodar por Belize. Nos encontramos con
un país sumamente distinto a lo que veníamos viendo. Nos asombra y nos deleita
pero la respuesta es fácil, sigue siendo una colonia, una implantación de una
parte del imperio en Latinoamérica. En su mayoría esta muy poco poblada y en
algunos casos hay solo dos casas por manzana. La capital, Belmopan, es la mas
pequeña y desierta que hemos conocido, se trata mas de edificios estatales
enormes casi vacíos que de multitudes apuradas por una vida capitalina. Sacamos
el seguro obligatorio por tan solo una semana ya que los días seguían pasando y
las visitas estaban al caer. En una semana pasamos por Dandriga, Belmopan,
Belize City y Corozal, si bien son pocas las ciudades que conforman este raro
país, el mismo se mueve mucho por la cantidad de cayos que lo componen. Nosotros
no fuimos por razones de bolsillo pero por lo que nos contaron su belleza está
ahí.
Llegados a Belize City, nos topamos con los monchis, Saida y Ati. Dos
hermanos marplatenses que vienen rodando desde Argentina en un Bondi Mercedes
de los años 70.
Entre tantas otras cosas compartimos el festejo de sus mil
noches de viaje y a partir de ahí hicimos ruta juntos hasta llegar a la meta.
Nuestro paso por Belize nos dejó muchas sensaciones agridulces…por un lado
conocidos mucha gente linda y copada que nos brindó su ayuda, nos contó de su
vida y compartió con nosotros charlas vivencias y experiencias, esas cosas que a nosotros son
las que mas nos educan, nos llenan y por el otro lado nos queda el sabor amargo
de pasar por una colonia, pasar por un lugar todavía dominado por algún imperio
(en este caso el mismo que tiene bajo su batuta a las Islas Malvinas) aunque
mas no sea desde las “sombras”.
Gracias Centroamérica por la experiencia, por habernos
presentado a gente maravillosa y a otra no tanto de la cual aprendimos mucho,
también gracias a todos los que nos dieron una mano desinteresada, que colaboró
con nuestro viaje de alguna manera aunque más no sea en algunas ocasiones con
una sonrisa cargada de energía positiva (con lo importante que es), por todo lo
vivido y aprendido, muchas gracias!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario